El 11 de julio, la Corte Europea de Derechos Humanos reconoció que los derechos de la corredora, Caster Semenya, habían sido violados.

En el mundo del atletismo, el nombre de Caster Semenya resuena no sólo por sus logros en la pista, sino también por su incansable batalla relacionada a su DSD (desarrollo sexual diferente) y cómo esta característica biológica ha intervenido en su carrera deportiva y vida personal. Desde que ganó la prueba de 800m planos en el Mundial de Atletismo de 2009, se ha visto enredada en controversias y desafíos legales que rondan los derechos humanos e igualdad de género.
Ella inició una lucha cuando, en 2018, World Athletics decretó una norma en la que le prohibieron competir en los 200m, 400m, 800m (prueba en la que había sido campeona olímpica y mundial) y 1500m. Podía someterse a tratamientos para bajar sus niveles de testosterona o competir en pruebas de mayor distancia. Intentó la primera opción, pero sufrió de muchos efectos secundarios como, por ejemplo, constantes ataques de pánico. Así que durante el 2022, compitió en 5000m sin buenos resultados. Todo esto mientras avanzaba su batalla legal.
Llevó su caso ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo y perdió. Apeló ante la Corte Federal Suiza y, nuevamente, perdió. Posteriormente, presentó su caso con la Corte Europea de Derechos Humanos y, después de cinco años de problemas legales, consiguió justicia.
Se reconoció que habían sido violados su derecho a la no discriminación, el respeto a la vida privada y el derecho a un recurso efectivo, que quiere decir que tiene derecho a que se le ampare ante actos que violenten sus derechos fundamentales.
“La justicia habló, pero sólo es el inicio” .- Caster Semenya
¿PARA PROTEGER EL DEPORTE?
Caster es una atleta sudafricana cuyo talento y dedicación la han llevado al éxito deportivo. Sin embargo, su condición de intersexual ha despertado dudas y controversias en organismos deportivos internacionales y muchos atletas. Se preguntan si tiene una ventaja injusta y desproporcionada ante las demás corredoras.

Debemos tomar en cuenta que todos los campeones y campeonas olímpicos o mundiales, en mayor o menor medida, tienen alguna ventaja. Nacen con rasgos físicos o genéticos que facilitan su buen desempeño. Unos con piernas más largas, más bajos de estatura, más elásticos o con mayor capacidad aeróbica. Claro que ninguna de estas ventajas gana medallas por si sola, sino que cada atleta, entrena y trabaja muy duro durante años para conseguir destacar. Ninguna de estas distinciones es buena ni mala, pero subraya el hecho de que los atletas en esos niveles no compiten en igualdad total de condiciones y, sin embargo, no se ven atacados o cuestionados por estas características. El haber nacido con la condición de DSD (características sexuales que no se ajustan, del todo, al sistema binario) podría ser vista como una más de estas características.
Caster ha sido sometida a un sinfín de exámenes y se ha cuestionado su elegibilidad para competir en ciertas pruebas de pista. Son procesos sumamente invasivos, que intervienen de manera agresiva en la vida privada de la atleta. Además, existen muchas quejas porque este tipo de procedimientos sólo son aplicados a mujeres con posibles ventajas biológicas, más no a hombres que pudieran tener niveles altos de testosterona. World Athletics sólo ha establecido un “rango normal de testosterona” para la categoría femenil, lo que lleva a cuestionar si, realmente, sus acciones están motivadas por “proteger el deporte” o más en una cuestión meramente discriminatoria.
“NO HA HABIDO CAMBIOS EN CÓMO REACCIONA LA WORLD ATHLETICS”.- Payoshni Mitra, defensora de derechos de los atletas
Muchos aplauden la decisión de la Corte, pero, lo que los atletas, realmente quieren saber qué significa esto para ellos. Tras la decisión del 11 de julio, World Athletics sacó un comunicado en el que decía que reconocían la discriminación que había sufrido Semenya, pero que, realmente, todo seguiría igual en pro de “proteger el deporte”, prohibiéndole competir en su prueba, 800m planos.
Payoshni Mitra, que ya ha trabajado con varios deportistas intersexuales, comenta que, aunque la decisión de la Corte, podría ser un avance, la respuesta de World Athletics, es desalentadora. Señala que el negarse a tomar acción y escuchar las experiencias de los atletas no es algo nuevo y que esta organización deportiva es, especialmente, renuente a abrirse al diálogo para atender este tema.
“… lo agredidos que se sienten y qué tan humillados se han sentido (…) cuando han sido obligados a someterse a tratamientos médicos. (…), pero no ha habido cambios en cómo reacciona la World Athletics”
.- Payoshni Mitra
Es vital que las competencias deportivas sean justas para todos los participantes, pero qué harías tú si, en el proceso, se violaran tus derechos humanos? ¿Qué tanto estarías dispuesto a luchar?
CASO DESTACADO, PERO NO ÚNICO
La situación y batalla legal de Caster han sido de los más sonados sobre la interesexualidad en el deporte. Esto ha tenido mucho que ver con sus resultados tan destacados en Mundiales y Juegos Olímpicos, pero también, por todo el seguimiento que ella ha dado a las apelaciones.

El pelear por tus derechos humanos puede ser, en sí, un proceso muy desgastante. Aún más si es frente a instancias internacionales y con tanta gente pendiente de tu caso. No todos los atletas están dispuestos a pasar por ello, sabiendo, además, que puede extenderse por muchos años. Además, es un proceso que requiere de muchos recursos, los cuales no tienen todos a su alcance.Semenya no es la única atleta que se ha visto afectada por las reglas de la World Athletics y la violación de sus derechos por su intersexualidad. Atletas como Annet Negesa, Francine Niyonsaba, Christin Mboma, entre muchas otras también han sido vetadas de la escena atlética internacional por cuestiones parecidas. Negesa, por ejemplo, es una atleta ugandesa que se sometió, incluso, y por presión de la entonces International Association of Athletics Federations (ahora World Athletics), a una cirugía para alterar su cuerpo y continuar compitiendo. Nunca logró recuperarse completamente de la operación ni retomó el deporte.
¿QUÉ PASA?
Los atletas enfrentan un mundo deportivo donde las políticas y reglas a menudo no reflejan la complejidad de la diversidad humana. El respeto a los derechos humanos es un principio fundamental que debe prevalecer en todos los ámbitos de la sociedad, incluido el deporte. El caso destacado de Caster Semenya destaca, una vez más, la necesidad de un enfoque más inclusivo y empático en las políticas atléticas.
Debemos ser críticos hacia cómo nuestra sociedad aborda la diversidad de género y la intersexualidad en el deporte, y cómo podemos encontrar un punto que procure los derechos humanos de todos y todas los y las atletas sin comprometer la integridad del deporte. Caster Semenya se ha convertido en un símbolo de esta lucha, y al abordar su historia desde una perspectiva de derechos humanos, podemos contribuir al debate en favor de un mundo más inclusivo, justo y respetuoso para todos.